The Legend of Zelda: Skyward Sword (2011)

El olimpo de los videojuegos está ocupados por muy pocos, nadie duda que Zelda está entre ellos. La serie de juegos Zelda tiene un prestigio casi inigualable. Sin ir más lejos no son pocos los que colocan a “The Legend of Zelda: Ocarina of Time” (1998) como el mejor juego de todos los tiempos. Nintendo se ha encargado de no agotar la serie y para cada juego hay que esperar un cierto tiempo. Por eso cuando de nuevo tengo un Zelda por delante, y empiezo a jugarlo, me es inevitable crear ciertas expectativas.

Pero poco después de empezar he vuelto a sentir la decepción de estar jugando otra vez a lo mismo. El movimiento acartonado de Link es prácticamente el mismo desde hace más de una década, las grietas en la pared las relacionamos al instante con una bomba y el hardware de Wii tampoco ayuda a dar un salto gráfico, que incluso comparado con la última entrega casi ni llega a ser estético. Es como si Zelda no pudiera avanzar desde su exitosa entrega para Nintendo 64, sin novedades de peso y con una jugabilidad del pasado (aparte del control al estilo Wii que para mí es algo secundario). En realidad es toda la industria del videojuego japonés la que se encuentra anclada en el pasado, pero la visión tradicionalista que de los videojuegos se tiene en Japón toma su mejor versión en Nintendo.

Porque la aventura de Link sigue siendo lo mismo también para lo bueno. El placer de ir resolviendo mazmorras sigue intacto, la sensación al encontrar un nuevo arma que nos abrirá un nuevo camino, la banda sonora, los pequeños descubrimientos.. Incluso horas y horas después “Skyward Sword” aun puede sorprender con nuevas mecánicas de juego. Mientras se juega uno tiene la sensación de estar jugando a una de las piezas más sagradas del mundo del videojuego, que efectivamente, apenas ha avanzado en 13 años, pero que tampoco lo ha necesitado porque lo importante que debe tener un videojuego ya estaba allí.

Desarrollador: Nintendo EAD Guión: Naoki Mori Música: Hajime Wakai, Shiho Fujii, Mahito Yokota, Takeshi Hama, Koji Kondo

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