Life Is Strange (2015)

Life Is Strange (2015)

Las aventuras gráficas vivieron un momento de esplendor entre finales de los 80 y buena parte de los 90. Pero su estrella se fue apagando, parece que los jugadores nos fuimos cansando de vivir estas historias llenas de diálogos, y puzzles, muchas veces sin sentido.

En esta década de 2010 el género ha vuelto a resurgir, con propuestas como las de Telltale Games, mutando un poco para adaptarse a un mundo de entretenimiento en el que vivimos, con las series de televisión en pleno auge. Aventuras gráficas de nuevo cuño en las que es casi imposible atascarse, y en las que el pilar fundamental no son los acertijos, ni los puzzles, si no la narración.

En línea con esto, DONTNOD nos trae un juego repartido en 5 episodios en los que nos ponemos en la piel de Max, una adolescente que vuelve a Arcadia Bay, la ciudad costera en la que vivió su infancia, para estudiar fotografía en la prestigiosa academia Blackwell. Con los miedos propios de la juventud, y la presión del ambiente estudiantil, Max también teme su reencuentro con su antigua mejor amiga, de la que hace años que no sabe nada. Pero nada más comenzar está aventura Max y el jugador descubrirán que tienen el poder de retroceder en el tiempo y cambiar el destino de su protagonista. Pero incluso con ese poder las decisiones en la vida nunca son fáciles.

Así, “Life Is Strange” es un videojuego de decidir, que intenta salvar la dificultad para no ser un simple elige tu propia aventura con el poder de retroceder el tiempo y rectificar nuestras acciones. No solo estamos ante complejos árboles de decisiones que moldean el relato. La gran idea del título es no solo dejarnos decidir, si no poner al frente algo tan habitual en el mundo del videojuego como volver al último punto de guardado. Se puede decir que eso se vuelve algo intrínseco en el juego, su mecánica principal.

Para explotar estas nuevas posibilidades en la narrativa del videojuego, durante el desarrollo nos encontraremos con lo que podríamos llamar puzzles de decisiones, aunque no demasiados, porque lo habitual es que en una conversación rápida saquemos alguna pista, que rebobinando al principio de la conversación nos permita otra línea de diálogo más provechosa. Sí, el interés principal de su protagonista y lo que nos hace avanzar tiene que ver con la información, el objetivo es desvelar todos los misterios que envuelven Arcadia Bay.

¿Qué tal le sienta este cruce entre el videojuego y serie de televisión? Pues se pueden hacer varias lecturas. Por un lado, “Life Is Strange” pierde la densidad narrativa de una serie. Es normal jugar durante horas y que la historia apenas avance, perdiendo el tiempo en investigar el área para buscar las pocas pistas de verdad interesantes. Quizás poder explorar libremente las zonas sea una forma de reivindicarse un poco más como videojuego, y ser más inmersivo. Pero todo esto termina siendo paja jugable, una parte sin apenas valor y que termina perjudicando al ritmo de la historia, que al final es lo que interesa.

El juego ya tiene suficiente inmersión controlando y decidiendo por nuestra protagonista, lo que facilita que te involucres más con el personaje, y tengas sus mismas inquietudes y sentimientos. Por supuesto está el papel activo del jugador que no tendría en una serie televisiva. Es fácil llenar un juego de decisiones importantes, pero lo realmente difícil es hacer que las decisiones te importen. Es en su final cuando el juego te hace sentir el poder de decidir.

Sin duda, todo esto se hubiera ido al traste sin una historia interesante, pero por suerte la de “Life Is Strange” es muy buena. Podría estar un bien rato alabando el trabajo con el guión, más aún tenido en cuenta que se trata de un videojuego, sus giros sorprendentes y su gran tratamiento de casi todos sus personajes. Lo mejor del título, como debe ser en un juego de estas características.

En lo que respecta a lo puramente jugable, “Life Is Strange” se logra poner realmente interesante a partir del capítulo cuarto. Es verdad que da la impresión que se le podía haber sacado más jugo a sus ideas, sobre todo en el plano jugable, pero se decide dar todo el peso al plano narrativo y no abusar de esa mecánica más de lo que el relato necesita, porque este es el tipo de juego que se debe a su guión.

También me gustaría mencionar la banda sonora, que le da el tono justo al juego al trasmitir el sentir de una juventud ya crepuscular, quizás más propio de los 90, pero igualmente valido hoy día. El tema principal, por ejemplo, es muy apropiado y resume mucho de los sentimientos que nos encontraremos en su desarrollo.

En definitiva, “Life Is Strange” es un título que he jugado como cuando veo una serie de televisión, que me ha enganchado por su historia y sus personajes, y por su aporte de buenas ideas al mundo del videojuego. Aun así me quedo con la sensación amarga de que hubiera preferido ver directamente una serie de televisión con este guión, aun sabiendo que hubiera perdido parte de su razón de ser.

Desarrollador: DONTNOD Entertainment Guión: Christian Divine, Jean-Luc Cano Música: Jonathan Morali Intérpretes: Hannah Telle, Ashly Burch, Nik Shriner, Dani Knights, Carlos Luna, Dayeanne Hutton, Don McManus, Derek Phillips, Eric Morgan Stuart, PaSean Wilson, Cissy Jones, Daniel Bonjour, Joe Ochman

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