Hitman (2016)

Hitman (2016)

Tras más de una década desde el estreno de la franquicia estrella de sigilo y asesinatos que se estrenó con “Hitman: Codename 47” en el año 2000, y la última entrega, “Hitman: Absolution”, no había funcionado nada bien. Llega el momento decisivo de la franquicia. “Hitman” de 2016 se presenta como un reboot, que a la vez es continuación del anterior juego, y que desembarca en la nueva generación de consolas con un lanzamiento episódico a lo largo de ese año.

Así tendremos 6 misiones cuyo argumento común considero una simple excusa que se puede ignorar. Eso sí, cada una de ellas presenta un trasfondo muy interesante, con personajes muy elaborados. Estas nos llevarán a recorrer distintas partes del mundo, París, Sapienza en Italia, Marrakech, Bangkok, Colorado y Hokkaido en Japón. Pero todas ambientadas en un mundo dominado por el glamour de los ricos y poderosos, la alta tecnología, organizaciones secretas, espías, y por supuesto, asesinos a sueldo como el que encarnamos.

Nuestro cometido en cada misión será eliminar a varios objetivos, que suelen estar especialmente protegidos. Tendremos disponibles objetos, como herramientas, armas, llaves y disfraces que nos permitan el acceso a nuevas zonas y nos hagan pasar desapercibido. Porque la mayor limitación que solemos encontrar es que los escenarios están poblados por múltiples NPCs, algunos de los cuales podrán detectarnos incluso disfrazados.

A partir de estos elementos, y tras los informes preliminares de las misiones, los escenarios son los que hablan. Porque los escenarios de este juego son sin duda su punto fuerte y los que hacen que no haya una única forma de resolver las misiones. Además de una extensión respetable que permite lugares muy distintos en un mismo escenario, cada estancia, cada rincón está llena de detalles, abriéndonos un abanico de posibilidades. Así que para llevar a cabo nuestro encargo tendremos que encontrar o “fabricar” oportunidades usando el escenario y sus elementos. Para ello será imprescindible explorar y observar el escenario, detectando rutas, revisando la rutina de las decenas o cientos de NPCs que lo pueblan, o directamente pensando las posibilidades que tendremos para asesinar a los objetivos. El resultado es que tendremos mil y una forma de cometer un asesinato, de las más usuales y simplonas, otras muertes muy originales, y hasta chifladuras muy locas, momento en el que este juego demuestra tener un humor muy negro.

Para que nos sintamos inmersos en esos escenarios, el juego cuenta con entornos muy realistas y repletos de detalles. Aunque también es verdad que para no entorpecer la jugabilidad se hacen ciertas concesiones al realismo, con NPCs que repiten continuamente las mismas acciones, o que ignoran nuestro comportamiento cuanto menos sospechoso. También contaremos con la intuición de asesino experto del agente 47, lo que viene a ser la típica vista de los juegos de sigilo que nos permite escanear el entorno para resaltar los objetos interactuables, y a los NPCs incluso a través de las paredes.

Como asesinar es un puzzle con múltiples soluciones, “Hitman” no quiere que nos dejemos ninguna de ellas sin explorar. Por eso encontraremos que cada misión expande la experiencia a base de sumar desafíos. Es decir, estos incentivos consiguen sacar jugo a las misiones y escenarios. Estos irán desde visitar todas las zonas, y disfrazarnos con todas las vestimentas disponibles, hasta cometer los asesinatos de cierta forma o con ciertas condiciones. Paralelamente a los desafíos, y para ayudarnos a completarlos, encontraremos “historias” dentro de las misiones, que son asesinatos ya preparados y que nos llevan a seguir varios pasos. A modo de narración ambiental, en estos se nos desvelará un trasfondo extra de la misión que la enriquece y la hace más interesante.

Estas “historias” son muy interesantes, pero tienen la pega de estar inevitablemente guiadas, y que con ellos se pierde el factor de descubrimiento. Es más, ya solo echar un ojo a la lista de desafíos elimina cualquier tipo de sorpresa o improvisación posible. Aunque debo puntualizar que cada misión tiene un par de desafíos con condiciones ocultas, eso sí, también son los más difíciles de conseguir. Ya solo para los más hardcore, el juego permite desactivar todas sus ayudas e indicadores, y así vivir una experiencia totalmente inmersiva.

Por último, hay que agradecer que IO Interactive haya comprendido que cumplir todos los desafíos puede convertirse en una labor muy tediosa y hasta frustrante, por eso no ha puesto límite de ningún modo a su obtención. Es decir, lo conseguido en cualquier momento sirve para completar desafíos sin necesidad de terminar la misión al completo. Por lo que podemos guardar y cargar partidas en cualquier momento de forma estratégica para ahorrarnos tiempo. Esto resalta que lo importante en “Hitman” es la diversión y que el jugador pueda explorar todas sus posibilidades.

Como conclusión, considero que “Hitman” es un juego cuya trabajada base sirve para luego hacerlo brillar tanto como lo hace su espacio de posibilidades asesinas. Lo que quiero decir con esto es que este juego es tan bueno como sus escenarios. Por eso para mí el título brilla con esplendor en la misión de Italia, pero luego se vuelve muy conformista en Colorado. Seguiré las andanzas del agente 47 en las siguientes entregas para ver hasta donde le llevan sus encargos.

Desarrollador: IO Interactive Guión: Michael Vogt Música: Niels Bye Nielsen Intérpretes: David Bateson, Jane Perry, John Hopkins, Philip Rosch, William Salyers, Ramon Tikaram, Alex Wyndham, Peter Vollebregt, Jon Curry, Michelle Asante, Alec Newman, Catharina Christie, Gary Busey, Gary Cole, Nicholas Boulton, Timothy Watson, Andrea Deck, Ben Crowe

DinamarcaDinamarca | 2016 | 30 horas | Videojuego | Acción | Sigilo | Simulador inmersivo | Shooter en tercera persona | Shooter | Vista en tercera persona trasera | Gráficos 3D | Crimen | Espionaje | AAA |