Gears of War 3 (2011)

Tras un par de entregas de la que considero franquicia más característica de Xbox 360, Marcus Fenix, Lancer en ristre, vuelve para cerrar su arco argumental en una tercera entrega que hace nulos esfuerzos por quitarse la etiqueta de continuista. Por suerte, la franquicia también vuelve con sus puntos fuertes, el más obvio, el portentoso despliegue gráfico al que nos tenía acostumbrados. En lo jugable, la experiencia sigue intacta. Ya saben, este tampoco es un juego de sutilezas, ni momentos de calma, la saga es como un tranvía al que nada puede parar y solo propone acción y más acción, claro, habitualmente desde la distancia y tras una cobertura. Pero como demuestran otros que han fracasado al intentarlo, esto no consiste simplemente en plantear situaciones de acción una tras otra.

Me gustaría recalcar como todo en el juego está enfocado a potenciar esa experiencia, desde el control, hasta los detalles visuales y sonoros. Algunos son detalles, en principios nimios, pero que sin ellos “Gears of War” no sería lo mismo. Por ejemplo, la sensación al correr, al cubrirnos o al disparar, las indicaciones cuando nos queda poca munición, o cuando estamos próximos a ser abatidos, la posibilidad de recargar de forma perfecta las distintas armas, los sonidos de los enemigos cuando van a hacer algún tipo de ataque… Detalles que lo hacen mejor juego de acción, más espectacular, más intenso, y que hay que reconocer que sirven para compensar las carencias más allá de ahí.

Pero “Gears of War 3” sufre una primera mitad de juego en la que toda esta acción se vive a un volumen muy bajo. Durante horas en el juego no se atisba el mínimo reto, convirtiéndose en un mero trámite. Ya no es solo que sea casi imposible quedarse sin munición, algo que pasa durante todo el juego, es que es muy fácil repetir patrones de tiroteos y coberturas siempre con el mismo arma, y en las que, además con la ayuda de los compañeros, es muy difícil caer en combate. Si el juego no propone nada más, solo mata mata facilón, pues se vuelve monótono. Por ejemplo, hay varias escenas de persecuciones en vehículos en el que simplemente tenemos que disparar, y la impresión es que da igual como se dispare que la secuencia termina y el juego continúa, es como un vídeo. Por eso se agradece cuando las mecánicas de juegos cambian, aunque sea de forma muy puntual.

En cualquier caso, el título va de menos a más. Tras ese preámbulo que dura medio juego, el volumen va subiendo, hasta ser atronador. Sin aumentar tampoco en exceso la dificultad, la parte final del juego es un espectáculo de acción e intensidad, con balas volando por todas partes, enemigos por doquier, escenarios que nos obligan a arriesgarnos a flanquear a los enemigos, combates con temibles esponjas de balas a las que da gusto disparar… en resumen, una experiencia Gears tan potente como las anteriores entregas. En esta parte el título también se va volviendo cada vez más bruto visualmente, con efectos realmente impresionantes. Sin ir más lejos, desde su primera entrega “Gears of War” fue marcando el techo técnico de la consola más exitosa de Microsoft, y esta tercera parte no iba a ser menos.

Aunque haya terminado el juego con muy buenas sensaciones, aunque la experiencia Gears sigue intacta, ese estilazo y la brutalidad de “Gears of War” ya empiezan a cansar, le falta algo más. Esta tercera entrega, que supuso la despedida Cliff Bleszinski del estudio y de una franquicia que fue inicio y fin de su éxito y fama, no hace más que repetir por tercera vez lo mismo. Las pocas novedades en el armamento y los enemigos, ambos aspectos ya de por sí poco variados, solo deja a los cambios en el escenario como novedades en cada situación. Su constante repetición, y después de 3 entregas, ya no pueden dar mucho más juego. A estas alturas ya se le nota que la franquicia necesita un serio lavado de cara, y si no es mucho pedir, un buen meneón con nuevas mecánicas que den variedad a la saga.

Desarrollador: Epic Games Guión: Aaron Linde, Eric Nylund, Karen Traviss Música: Steve Jablonsky Intérpretes: John DiMaggio, Carlos Ferro, Fred Tatasciore, Lester Speight, Nan McNamara, Claudia Black, Ice-T, Michael B. Jordan, Dwight Schultz, Peter Renaday, Michael Gough, Robin Atkin Downes, Dee Bradley Baker, Carolyn Seymour, Jamie Alcroft, Tess Masters, Peter Jason, Gideon Emery

Estados Unidos | 2011 | Videojuego |