Castlevania: Bloodlines Castlevania: The New Generation (1994)

Castlevania: Bloodlines - Castlevania: The New Generation (1994)

Aunque la ignorara durante años y tardara en arrancarse a desarrollar para ella, Konami terminó dando frutos realmente asombrosos a la Mega Drive de Sega. Por ejemplo este “Castlevania: Bloodlines”, o como se subtitulaba su versión censurada en Europa, “The New Generation”, último “Castlevania” original lanzado para una consola de 16 bits, obviando “Dracula X” para Super Nintendo por ser un remake de “Rondo of Blood”. Y no con ese, si no con el primero para la 16 bits de Nintendo, “Super Castlevania IV”, es con el que se suele comparar este “Bloodlines”. Comparación en la que considero que claramente sale ganador el de la máquina de Sega. A diferencia de aquel, y como ocurriera con “Rondo of Blood”, este “Bloodlines” es más cercano a la jugabilidad clásica de “Castlevania”, con la que nació en los 8 bits. Es decir, aquí controlamos un personaje pequeñito que movemos de forma muy precisa para saltar y golpear.

Como era costumbre, también encontramos otros elementos de juego típicos de la saga. Por ejemplo las armas secundarias que hay que recargar, extrañamente esta vez con gemas en lugar de corazones, y que esta vez solo son 3, pero que se pueden usar de varias formas y resultan realmente útiles durante el trascurso del juego. Sin ir más lejos, contra la gran selección de jefes finales, que muestran una buena variedad de rutinas y a los que no se les puede matar a base de atacar descontroladamente. Como novedad, al empezar nuestra aventura se nos da a elegir entre dos personajes, cada uno con sus propias características, ventajas y desventajas, lo que cambia ligeramente sus caminos en el juego, y la jugabilidad.

En comparación con los otros juegos de la serie en 16 bits, en este se nota un extra de dificultad, ya desde el principio, desde una primera fase que tradicionalmente era una mera toma de contacto. Y no solo eso, aquí cambiaron la forma de implementar el sistema de passwords con el que volvíamos a nuestra partida, desembocando en un cambio en la dinámica de todo el juego. En “Bloodlines” se acabó lo tener un passwords para comenzar cada fase con todas las vidas. En esta ocasión nos dan el passwords al terminar cada fase, y en él está guardado el número de vidas y continuaciones que aun conservamos. Así que ahora lo importante es terminar las fases perdiendo el menor número de vidas posible. De esta forma, el juego obliga a jugar bien todos los niveles de principio a fin, aprendernos todos los detalles, las rutinas de los enemigos, dónde y cómo saltar… La cuestión es repetir cada fase hasta que nos salga lo más perfecta posible. Con este cambio, el juego nos recompensa enormemente con la satisfacción de jugar bien y conseguir coreografías perfectas.

Antes ya he comentado que este es un juego con un protagonista más bien pequeño, y es verdad que el hardware de la 16 bits de Sega no tenía el famoso modo 7 del que hacía un vistoso uso el primer “Castlevania” de Super NES (por cierto, de forma un tanto forzada). Pero eso no quiere decir que el juego no sea impresionante gráficamente. Sin llegar al nivel de “Contra: Hard Corps”, este juego sirve para volver a demostrar las virguerías gráficas de las que era capaz Mega Drive en manos de Konami, con enemigos de tamaño abrumador, otros formados por decenas de sprites, efectos visuales en los escenarios… En definitiva, otra maravilla de Konami, cuya habilidad en lo técnico, como era bien sabido, se extendía también a los chips de sonido. Apartado sonoro en el que brillaban temas musicales ya conocidos, y otros nuevos que pasaron a convertirse en icónicos. Sin embargo he de reconocer que no supera a la excelsa banda sonora de “Super Castlevania IV”, pienso que lo único en lo que sale ganando el juego de Super Nintendo.

Por lo demás, “Castlevania: Bloodlines” es un juego de acción y plataformas realmente equilibrado y exigente, aun disfrutable hoy día, aunque haya que armarse de paciencia para hacer frente a ese extra de dificultad que presenta. Aun así, creo que “Rondo of Blood” es el que se lleva el trofeo a mejor “Castlevania” clásico, es decir, previo al gran cambio de la saga.

Desarrollador: Konami Guión: Toshiki Yamamura Música: Michiru Yamane

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