Quantum Break (2016)

Quantum Break (2016)

De nuevo con el apoyo de Microsoft y con la condición de nuevo de ser una exclusividad, esta vez, de su Xbox One, Remedy presenta esta nueva y revolucionaria IP. La idea de esa revolución que menciono es ir un paso más allá de lo que hicieron con “Alan Wake”, juego en el que dieron un aire de serie de televisión que se va resolviendo por capítulos. Ya no solo es eso, la nueva propuesta es un experimento transmedia que mezcla el videojuego con una serie de televisión de imagen real. Transmedia sí, aunque todo contenido en el mismo paquete. El resultado es “Quantum Break”. La premisa de su argumento, como pueden imaginar algo clave para que esta mezcla funcione, es que algo sale mal en un experimento para viajar en el tiempo. Así, el protagonista y el antagonista de la historia toman poderes para manipular el tiempo. Mientras el segundo se vuelve malvado y usa sus poderes para ponerse al mando de una macrocorporación con oscuras intenciones, nosotros en la piel del primero intentaremos impedírselo. Una historia de ciencia ficción, acción y espionaje potencialmente muy atractiva, que no tarda en volverse poco interesante y aburrida.

El juego está estructurado en 5 capítulos jugables intercalados por 4 capítulos de imagen real que no llegan a la media hora cada uno. Si en los jugables seguimos los pasos de Jack Joyce, el protagonista, e interactuaremos con otros personajes interpretados por actores conocidos, en la serie nos tendremos que conformar con tramas secundarias protagonizadas principalmente por unos personajes totalmente prescindibles, interpretados por actores mucho menos conocidos. Puntualizar que todos los personajes, tanto los reales como los digitales, están igual de faltos de carisma. En cuanto a producción, la describiría como una serie de presupuesto muy ajustado y una puesta en escena simplemente práctica. Vamos a ser sinceros, si fuese una serie independiente del juego sería de las malas, y ni me hubiese atrevido a verla. Eso sí, con nuestras decisiones en puntos clave podemos decidir como evoluciona la historia cambiando el argumento de estos capítulos.

Dejando de lado esa narrativa que sale algo torcida, en lo jugable tenemos un videojuego de acción lineal, el típico de enfrentamiento pasillo enfrentamiento. Aquí el enfoque del juego es de tener momentos de acción espectaculares, con escenarios muy destructibles, por momentos parece que estamos ante una secuela de “Max Payne”. Si es que hasta el final de los tiroteos termina con una cámara lenta. Aparte de disparar a todo lo que se mueve también tenemos varios poderes relacionados con el tiempo que podemos usar en combate. Aunque estos los hace aun más espectaculares, el juego no consigue plantear situaciones en las que sea imprescindible utilizarlos. Por desgracia los enfrentamientos en “Quantum Break” son muy planos, todos son iguales, muy repetitivos. La poca variedad de enemigos no ayuda, y el aliciente de los poderes termina siendo algo accesorio.

En cierto momento del juego descubriremos que esos poderes del héroe también hay que utilizarlos fuera de los combates para abrirnos caminos. Aquí he encontrado otra decepción cuando se terminan usando solo en 3 momentos muy puntuales en situaciones que yo no llegaría a calificar ni como puzzles. Una pena no haber sacado verdadero partido de estas habilidades para manipular el tiempo.

Durante el juego también encontraremos momentos de explorar y dejarse envolver por su universo juego. A mi personalmente se me han hecho muy largos, pero comprendo que están ahí para potenciar su narrativa y hacer gala del concienzudo trabajo que se ha hecho con su lore, en forma de documentos y audios, que supongo que colmarán de sobra a quienes se enganchen con su historia.

Eso sí, esos momentos más pausados me han servido para apreciar el extraordinario trabajo técnico que despliega el juego. El acabado gráfico del juego me ha parecido extraordinario. Personalmente aprecio en especial el realismo de los escenarios, sobre todo interiores, lo cual es genial para acoger tiroteos en los que casi todo es destruible. Además visitaremos localizaciones muy variadas. A esto hay que sumar el juego que da todo lo relacionado con el tiempo, resultando en escenas muy espectaculares, en las que el escenario cambia como un time lapse, u otras veces en la que todo se congela. Las animaciones faciales también están bien, pero existen otros juegos coetáneos con mejor acabado en los modelos de personajes. Durante el juego, los entornos y movimientos de personajes no tienen nada que envidiar a los últimos juegos de “Naughty Dog”, y estos son palabras mayores.

Todo pintaba para que este fuese el juego definitivo del estudio, donde se combinaría todo su buen hacer y la experiencia de muchos años. Además con una idea revolucionaria que podía haber cambiado la industria. El intento de mezclar las series de televisión y los videojuegos, difuminar la frontera entre ambos medios, tendrá que esperar a otro momento si es que llega a producirse con éxito. El fracaso de “Quantum Break” se llevó la idea consigo. Creo que el problema no fue la idea de mezclar ambos medios, cosa que claramente chirría porque la acción sanguinaria de los videojuegos no tienen encaje en una serie de acción real. Ni siquiera pienso que el problema haya sido la forma de llevarlo a cabo intercalando capítulos de juego y serie. Creo que el principal problema ha sido hacerlo con un mal producto. Si la parte de juego ha quedado como un título del montón, su historia y su parte de serie me ha parecido una decepción absoluta.

Desarrollador: Remedy Entertainment Guión: Sam Lake, Mikko Rautalahti, Tyler Burton Smith, Ross Berger Música: Petri Alanko, John Kaefer Intérpretes: Shawn Ashmore, Aidan Gillen, Patrick Heusinger, Marshall Allman, Courtney Hope, Mimi Michaels, Brooke Nevin, Jacqueline Pinol, Amelia Rose Blaire, Sean Durrie, Lance Reddick, Dominic Monaghan, Rachel Coomes, Malani Coomes, Andy Ostroff, Eric Kshywonis, Megan Lorraine Browning, Erand Hoxha

FinlandiaFinlandia | 2016 | Videojuego |