Pikmin (2001)

Pikmin (2001)

Tan poco dada a lanzar nuevas franquicias ya por entonces, a principios de los 2000 Nintendo sorprende con “Pikmin”, título para GameCube que es lanzado poco después del estreno de la consola en cada uno de los mercados. “Pikmin” es además una de las últimas ideas originales que el mítico Shigeru Miyamoto aportó al mundillo del videojuego.

En el juego encontramos claras influencias de, por ejemplo, “Lemmings”, pero creo que la mejor forma de definir a este juego es decir que “Pikmin” es la estrategia en tiempo real según Nintendo. Aun abarcando ese género tan extraño en consola, el juego sigue manteniendo aspectos jugables de títulos de corte más arcade. En el juego no somos un ente incorpóreo que controla tropas. En cambio aquí manejamos directamente a un personaje, el capitán Olimar, un explorador intergaláctico que estrella su nave en un mundo desconocido. No tardaremos en descubrir que en este mundo existen unas pequeñas criaturas que obedecen nuestras órdenes, los Pikmin que dan nombre al juego. Con ellos, además de hacer frente a los peligros de estas tierras, tendremos como objetivo recuperar las 30 piezas de la nave que nos permitirán escapar del planeta.

Para ello tendremos el límite de 30 días, lo que equivale al número de incursiones en los 5 escenarios que iremos descubriendo. En cada incursión además tendremos un tiempo límite antes de que anochezca. En ese tiempo, además de intentar recuperar piezas de la nave, podemos dedicarnos a aumentar el número de pikmins que tenemos a nuestra disposición, llevando una serie de ítems hasta la base, lo que también da juego en cuanto a nuestra toma de decisiones. Después de cada día conservaremos las unidades de pikmins supervivientes para futuras incursiones. Eso sí, en cada momento solo podremos tener sobre el terreno un máximo de 100 unidades, el excedente esperará su turno en la base. Además, conforme avancemos en el juego descubriremos hasta 3 tipos de pikmin con características diferentes, y que tendremos que usar de formas diferentes para abrirnos paso ante los diferentes peligros y obstáculos que encontraremos en los escenarios. Para completar todo, también existe la posibilidad de que subamos de nivel a los pikmin, convirtiéndolos en más rápidos y capaces.

Con esta original propuesta el juego también se las ingenia para que en los escenarios encontraremos enemigos e incluso jefes que nos requerirán tener cierta habilidad y encontrar las mejores estrategias. Además, pese a que el juego solo cuenta con 5 escenarios, en cada uno encontraremos varios desafíos muy distintos que requerirán de tácticas diferentes para alcanzar cada una de las piezas perdidas, fomentando además en todos ellos la exploración. De esta forma, el juego premia la gestión de grupos, para que usemos a los distintos pikmins que llevamos en el grupo para según que tareas… aspectos en los que el control en ocasiones no ayuda nada.

Porque, si este primer “Pikmin” a día de hoy sigue conservando plenamente su originalidad y sigue siendo muy divertido, el paso del tiempo ha dejado la implementación del control como desfasada. Acostumbrado a juegos más actuales, para realizar algunas acciones me he sentido torpe. En un juego en el que prima la estrategia puede ser en ocasiones frustrante tener como impedimento el control. El referente en el control de este género siempre fue el ratón, y aquí se nota que tuvieron que pensar algo más amigable en consola que no les quedó del todo bien.

Entre otras cosas por ese control, veo en “Pikmin” mucho de prueba preliminar para tantear si era posible hacer algo divertido con estos mimbres. Está claro que la prueba les salió muy bien, consiguiendo un juego tremendamente original y con una personalidad muy marcada, ya no solo en lo obvio dentro del género de la estrategia en tiempo real, si no dentro de la propia Nintendo, con personajes enemigos y escenarios alejados de sus propuestas clásicas.

Desarrollador: Nintendo EAD Música: Hajime Wakai

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