Kentucky Route Zero: PC Edition (2013 - 2020)

Un transportista acompañado de un perro, parado en una gasolinera y buscando la Zero. Así comienza está noche que transcurrirá por caminos insospechados y que ha tardado años en acabar. Sí, porque el primer capítulo de este título alabado como joya indie, con la experimentación con la narrativa por bandera, fue lanzado allá por enero de 2013 y su quinto y último capítulo en el mismo mes de 2020.

Aunque no es fácil, voy a intentar explicar de qué va este juego. Por su aspecto y control sería obvio pensar que estamos ante una aventura gráfica tradicional, pero “Kentucky Route Zero” poco tiene que ver con ellas. Más bien se trata de una novela interactiva, casi al estilo de las antiquísimas aventuras de texto, pero en la que elegimos la historia, que es distinto que decidir por el protagonista. Por ejemplo, casi al principio del juego podemos elegir entre varias opciones lo que contestará el camionero sobre qué transporta. Pues bien, lo que elijamos será lo que transporta. Eso afectará a futuras conversaciones e influirá en mayor o menor medida en los detallados y extensos textos por los que transita el argumento. Así, más que decidir sobre su destino lo que estamos haciendo es moldear el trasfondo de los personajes, muy importante, sin cambiar el devenir de la aventura.

Con una ambientación surrealista y sobrenatural, el argumento tratará sobre varios temas recurrentes en un crisol de historias, como el arte y la filosofía, con un plantel de personajes variopintos que irá aumentando capítulo a capítulo, sin nadie en concreto que podamos identificar como protagonista. Yo he visto “Kentucky Route Zero” como si David Lynch hubiera escrito un guion y nos dejara elegir algunos detalles.

Un guion de un teatro digital e interactivo, que sería una manera de explicar como se percibe este juego. Cada capítulo nos presenta varias escenas de un teatro de escenografía fabulosa. Postales oníricas, evocadoras, creadas con luces, sombras y polígonos de colores planos. Lo que más me ha gustado del juego es su acabado artístico. También las vistosas perspectivas que juegan con ese peculiar estilo visual. Escenas a modo de ensoñación de este extenso sueño de la América interior.

Ensoñación, sueño… y eso es lo que me ha provocado este juego. A cada episodio, “Kentucky Route Zero” se me ha hecho un juego más insoportable. Porque el juego consiste en leer una ingente cantidad de texto, absurdo, aburridísimos, y lo peor, intrascendentes. A eso hay que sumar que su argumento surrealista no ayuda nada. Quizás el problema es que me ha resultado incomprensible. En él solo he podido atisbar alegorías y reflexiones sobre el propio juego, y es que me ha parecido dificilísimo sacar algo en claro. Ha llegado hasta tal nivel de absurdez, mi interés bajo hasta tal punto... que se me ha hecho imposible seguirle el hilo mínimamente a sus dos últimos capítulos

Ya lo decía antes, este es un juego difícil de explicar, y si digo que “Kentucky Route Zero” es un juego raro me quedaría corto. Y aún así, lo que más raro me resulta es que a alguien le parezca divertido, o incluso que lo comprenda. Por ahí he leído que el juego lo que pretende no es que elijamos la historia, si no que decidamos las emociones en base a las sensaciones que nos transmite. Eso que suena tan poético, y que esos fans que han esperado pacientemente 7 años para ver concluida su historia han sabido valorar, en mi caso se queda en una sensación de abrumador aburrimiento.

Desarrollador: Cardboard Computer Guión: Jake Elliott Música: Ben Babbitt

Estados Unidos | 2013 | Videojuego |