Gears of War 4 (2016)
Después de tres brutales entregas, y una de relleno más discreta, llega la cuarta parte numerada de “Gears of War” con un problema sobre la mesa: tantos juegos consecutivos repitiendo formula podría cansar a los jugadores. Para solucionar esto lo primero que cambian es el estudio responsable. Cambio, por cierto, en parte obligado por las circunstancias. La alianza de Microsoft con Epic para la exclusividad en consola de la franquicia parece que empezaba a tambalearse. Epic había amagado con llevarla a la consola de Sony, con una demo técnica filtrada que nunca sabremos si era solo una prueba del motor gráfico o si realmente hubiera ido más allá. En cualquier caso, finalmente Microsoft se hizo con los derechos de una de las franquicias estrella de su ecosistema Xbox, y pasa la labor de dar forma a la nueva entrega que comienza una nueva saga a un estudio que cambia de nombre para la ocasión, The Coalition.
Ya antes de jugarla, esta cuarta parte me despertó reticencias. Su aspecto distaba mucho de los que conocía como “Gears of War”. Menos sucio, menos salvaje, menos oscuro, en los vídeos promocionales veía un “Gears” que había perdido su esencia para pasar a ser un título de acción estándar, sin personalidad. Ya puestos a jugar, el prólogo nos lanza a los mismos combates de la invasión intraterrestre de los Locust, como si nada hubiera cambiado. Una preocupación que, por suerte, con el paso de los niveles y capítulos, terminó por disiparse. Es todo un detallazo comenzar el juego enlazando con la saga anterior, porque lo que viene a partir de ahí es algo completamente nuevo.
Para empezar, cambio en los protagonistas, encabezados por J.D. Fenix, el hijo del mismísimo Marcus Fenix, lo que puede entenderse claramente como un relevo generacional, que luego veremos que no es del todo completo. También tendremos la novedad de los enemigos, muy distintos casi todos ellos a los que conocíamos, y entre sí, con comportamientos que nos obligan a buscar nuevas estrategias. Por supuesto, nuevas armas, que suman originales funcionamientos a la ya conocida recarga activa. Tenemos por ejemplo el arma que se dispara 2 veces, cuando se aprieta el gatillo y cuando se suelta; el rifle de francotirador que hay que pulsar durante unos segundos para dispararlo, pero no demasiado tiempo. En este sentido, lo que de verdad echo en falta es que el juego no nos obligue a usar más este nuevo armamento. Porque una vez conseguido el Lancer, con munición por doquier, ya no he querido cambiarlo por nada.
Con nuevos protagonistas, enemigos y armas, lo siguiente que consigue The Coalition es crear nuevas situaciones de combate. En “Gears of War 4” hay que hacer poco más que disparar, pero la acción no consiste en repetir lo mismo una y otra vez. Cada enfrentamiento está planteado para ser diferente. Así, los enemigos pueden surgir de formas distintas, encontraremos zonas con coberturas en movimiento, combates en los que podemos colocar torretas estratégicamente, enemigos que son esponjas de balas y buscan secuestrar a nuestros compañeros… Puede decirse que la variedad de mecánicas, sin salirse del género shooter, va dejando sorpresas repartidas de principio a fin.
También los escenarios son un soplo de aire fresco, de cambio constante. Visitaremos zonas industriales, minas infestadas y hasta castillos de ambientación medieval. Cada 20 minutos iremos a un lugar completamente distinto, como una buena aventura. Por cierto, aunque queda claro que ya a estas alturas no puede considerarse “Gears of War 4” como el referente gráfico rompedor que fue en sus primeras entregas, al menos, gracias al nuevo hardware, los escenarios muestran un gran acabado visual, repleto de elementos, muchos de ellos destructibles. También lucen especialmente bien sus gráficos en las escenas cinemáticas con el motor del juego. Son prácticamente de película. La guinda de un argumento que, por lo que he podido comprobar, en esta nueva saga quiere tomar mayor peso.
Si al principio tenía la sensación de que habían cambiado al “Gears of War” que yo conocía, que esto era otra cosa, con el tiempo el juego me fue conquistando. Por el buen hacer de The Coalition acabe comprendiendo que esta era una solución correcta al problema de la enésima entrega de una franquicia estancada. El estudio ha sido sabio detectando los puntos débiles que hubieran matado a la franquicia, repetir una formula ya de por sí repetitiva hubiese sido la receta perfecta de un fracaso que llegaría más pronto que tarde. La clave de esta continuación para seguir divirtiendo sin salirse del género es plantear un shooter extraordinariamente variado, en situaciones y escenarios, manteniendo en lo posible el gun feel inconfundible de los “Gears”.
La pena es que se pierde parte de su característica ambientación, y que esta continuación no es tan violenta y salvaje, dejando sensaciones no tan intensas como las de la trilogía original. También achaco a este título que su campaña peca de corta. Aunque lo prefiero a que lo hiciera por repetitiva. Se nota que aquí han planeado esparcir la historia a través de varias entregas (lo mismito que hizo “Halo” en su cuarta parte), y que el multijugador expanda la experiencia de juego. “Gears of War 4” finalmente me ha confirmado la época gloriosa que viven los shooters puros, sumándose a otros coetáneos de excelso nivel como “Wolfenstein”, “Doom” o “Titanfall 2”.
Desarrollador: The Coalition Guión: Tom Bissell Música: Ramin Djawadi Intérpretes: Liam McIntyre, Laura Bailey, Eugene Byrd, John DiMaggio, Jimmy Smits, Justina Machado, Angel Desai, Fred Tatasciore, Claudia Black, Lester Speight, Jamie Alcroft, Carlos Ferro, Nan McNamara, Robin Atkin Downes, Tess Masters, Charlie Hewson, Debra Wilson, Noshir Dalal
Canadá | 2016 | Videojuego |