Monument Valley (2014)

Monument Valley (2014)

El juego en móviles por desgracia suele estar asociado a títulos free-to-play, microtransacciones y alguna adaptación de sistemas superiores con controles imposibles. Juegos de dudosa calidad la mayoría, más que suficientes para unos jugadores casuales, que son los que tienen estos dispositivos como su sistema de juegos principal o incluso único. Entre todo eso también hay un espacio para juegos que realmente quieren sacar todo el partido a las posibilidades del sistema. Ese es el caso que nos ocupa, “Monument Valley”, un pasatiempo al que se le pueden echar unos minutos al día, accesible para todo tipo de jugadores y que está hecho con un estilo singular y bellísimo.

El juego consiste en guiar a un pequeño personaje a través de intrincados decorados isométricos, que cambian o abren caminos a través de mecanismos. Para avanzar por ellos, y ahí está la gracia, habrá que girarlos para conseguir perspectivas imposibles por las que avanzar. Así que puede entenderse como un juego de puzzles inspirado en los efectos ópticos y las geometrías de las ilustraciones de M.C. Escher.

Más allá de esa inspiración, considero “Monument Valley” tan juego como obra de arte. Para comprender esto solo hay que pararse a ver alguna captura de un escenario. Aunque para entender hasta que punto es una obra de arte hay que experimentar su diseño de niveles, como cambian y evolucionan, en ocasiones solo moviendo la perspectiva. Esto es lo que lo convierte en un juego mágico, a rebosar de ideas geniales para sorprender al jugador y que hacen que te explote la cabeza para comprender sus geometrías. Y que además no se repite, cada nuevo nivel es una vuelta de tuerca a sus mecánicas jugables.

Muy original, nada repetitivo, pero por achacarle algo también muy muy fácil y demasiado corto. En apariencia pueden parecer intrincados puzzles pero a la hora de jugar las posibilidades son limitadas. El juego no quiere ser un desafío, más bien quiere que el jugador pase simplemente un buen rato. El título está ideado para que el jugador se relaje, disfrute de sus diseños oníricos y fluya por los escenarios sin muchos calentamientos de cabeza.

Mientras lo jugaba pensaba que el verdadero desafío fue para sus creadores diseñar esos niveles. Y hay que darles las gracias, experimentar lo que han conseguido es una gozada. En cuanto a la duración tenemos las 10 fases originales, más 8 de su expansión “Forgotten Shores” y un nivel extra “Ida's Dream”. Con lo bien que me lo he pasado, la verdad, me he quedado con ganas de más. No creo que tarde en jugar a su segunda parte.

Desarrollador: ustwo Games Música: Stafford Bawler, Obfusc, Grigori

Reino UnidoReino Unido | 2014 | Videojuego |