Wolfenstein II: The New Colossus (2017)

Wolfenstein II: The New Colossus (2017)

Los suecos de MachineGames vuelven con una segunda entrega de su actualización del mítico “Wolfenstein”. Seguimos en esa postguerra alternativa en la que los nazis ganan y dominan el mundo con mano dura. De forma sorprendente B.J. Blazkowicz, Terror Billy para sus “amigos” fascistas, sobrevive al final de la primera parte, y junto a sus compañeros de resistencia desembarcan en Estados Unidos para continuar su lucha. Así que continuando con el espíritu de la anterior entrega, encontramos otra historia canalla, sin miedo a nada. El juego nos plantea que un simple hombre se infiltra en bases enemigas y acaba el solito con ejércitos enteros. Puestos a buscar excusas nada mejor que una sátira desenfrenada, que no descerebrada, donde tiene cabida cualquier hipérbole de violencia con tal de sacarnos una sonrisa. Aunque entre tanta broma también hay que reconocer que en ocasiones ponen al jugador en situaciones realmente crueles.

La historia se desarrolla principalmente a través de unas escenas que amenizan y ambientan a la perfección entre sesiones de tiros, además confeccionadas con una calidad cinematográfica poco habitual en el medio. Todas estas escenas de historia son una maravillosa oda a la violencia y al humor negro con los nazis en el punto de mira, en las que los guionistas no se han cortado lo más mínimo, y se superan a cada rato. Tiene mérito que esos momentos pugnen con las evidentes virtudes jugables por ser lo mejor del juego.

Uno de los pilares en los que se apoya el guion son sus personajes, todos ellos sin excepción con un carisma especial muy difícil de conseguir. También me resulta fascinante el trabajo de recreación de la feliz América nazi de los 60, con el black power de la época, los hippies… además sacando partido a las prestaciones de un motor gráfico de nueva generación de pleno derecho.

Jugablemente “Wolfenstein II: The New Colossus” sigue las mismas pautas que la anterior entrega, puede decirse que es más de lo mismo. Un shooter sí, pero que da la posibilidad en ocasiones de avanzar ocultándonos o disparando a saco. Como ya ocurriera en “The New Order”, la figura del comandante hace que si te decides por la acción directa tendrás que estar preparado para ello porque tendrás ración extra. Aunque no creo que nadie tenga problemas con esto, el juego demuestra sobradamente que disparar puede ser pura diversión, esa sensación anhelada por todos los shooters pero reservadas solo a unos pocos.

El título también repite con un avance de habilidades basada en el uso, que potencia nuestra forma de jugar, y nos lo va poniendo cada vez un poco más fácil conforme avanzamos. Aunque los retos también son cada vez un poco más duros. También durante el juego los sistemas de salud, las habilidades y las armas de nuestro personaje van cambiando, lo que hace que tengamos que evolucionar nuestra forma de afrontar las fases, aportando una variedad inesperada al juego.

Pese a estas excelentes virtudes jugables, este juego comete un par de errores que lo alejan del shooter perfecto. Por un lado, hay ciertas armas que claramente es mejor no usar, unido a que encontraremos munición en abundancia… he jugado el 80% del tiempo con solo 2 de ellas y algunas las he usado solo por curiosidad. Este desequilibrio en el arsenal limita nuestras elecciones, y al título jugablemente. Por otro lado hay ocasiones en las que el escenario propicia trampas para enemigos, es decir, embudos por los que los enemigos pasarán ordenadamente. Solo necesitaremos parapetarnos e ir matándolos conforme pasen. Su simplona inteligencia artificial no les ayuda en estas situaciones.

De todas formas, estos dos detalles casi no tienen importancia cuando el resto del juego es pura diversión. Además, como he dicho antes sus escenas cinemáticas son impresionantes y ya solo por ellas merece la pena jugarlo. Es más, me han gustado tanto que cuando terminé el juego me quede con ganas de más.

Desarrollador: MachineGames Guión: Jens Matthies, Tommy Tordsson, Erik Granström, Andreas Öjerfors, Kristoffer Kindh, Sandra Sporre Música: Martin Stig Andersen, Mick Gordon Intérpretes: Brian Bloom, Alicja Bachleda, Gideon Emery, A.J. Trauth, Nina Franoszek, Mark Ivanir, Alex Solowitz, Peter Macon, Debra Wilson, Don McManus, Alyssa Preston, Christopher Heyerdahl, Debi Derryberry, Glenn Morshower, Michelle Forbes

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