Chicory: Una historia pintoresca Chicory: A Colorful Tale (2021)

Chicory: Una historia pintoresca - Chicory: A Colorful Tale (2021)

Aventura 2D de vista cenital, que podría pasar por un “Zelda” de los clásicos pero con una particularidad que marca el juego al completo. Además de al personaje principal, también controlamos un pincel sobre las pantallas. Así, las mecánicas del juego y sus puzzles se adaptan al pincel para pasar a ser el protagonista de la función. Con él podremos dibujar y colorear unos escenarios y personajes que en principio están en blanco y negro. El pincel será la herramienta con la que interactuaremos con los escenarios, nos desbloqueará los caminos conforme avancemos y sus posibilidades vayan en aumento. Porque, como buen alumno de “Zelda”, en el juego nuestra labor será la de explorar.

En el juego nos moveremos por su mundo pantalla a pantalla, sin ningún tipo de scroll. Supongo que es una limitación de su sistema de juego, que nos permitirá de esta forma dibujar en cada pantalla como si se tratara de un lienzo. La estructura de su mapeado va moldeando la aventura haciéndola cada vez más compleja, y abriendo continuamente nuevas posibilidades y atajos en los lugares ya visitados. Sin duda “Chicory” es una aventura que cumple con los estándares exigibles al género más allá de la novedad del pincel.

El título también es singular por ser muy pacífico. De hecho los únicos enemigos que encontraremos son un puñado de jefes de zonas, combates además en los que no se puede morir. El personaje solo sufre un leve desvanecimiento que nos devuelve al mismo instante en el estábamos. Como digo, sin enemigos en las pantallas que puedan entorpecernos, los limites de la exploración los van poniendo los originales puzzles que van haciendo uso de las distintas mecánicas del pincel.

El juego además nos invita continuamente a probar, a colorear aquí y allá, o cambiar el aspecto del protagonista, o decorar los escenarios, dejándonos libertad, o incluso incitándonos a hacerlo por pura diversión. Mientras, veremos como los escenarios toman vida con los colores estridentes que nos propone el juego. Esos resultados chirriantes quizás queden extraños al ver imágenes del juego, pero jugando apenas es algo anecdótico. También en puntos concretos el juego nos pide que dibujemos y seamos creativos sobre lienzos en blanco. Ahí es donde queda más claro que era un juego que hubiera encajado a la perfección en la Nintendo DS. Controlando el pincel con el stick analógico de un mando solo salen churros, así que es algo que se podían haber ahorrado.

Además de ser pacífico, original y creativo, “Chicory” es un juego impregnado completamente por el buen rollo. Su historia trata sobre una aventura épica en un mundo fantástico de dibujos animados, que aprovecha para hablar sobre temas muy actuales como la superación personal, la diversidad, o la creatividad. El juego se enmarca en un mundo habitado por animales antropomorfos, de diseños muy cuquis. Los conoceremos a todos a través de unos trabajados diálogos, que nos harán adorarlos a todos. Las buenas vibraciones también nos llegan por las melodías, que me suenan muy nintenderas.

En definitiva, “Chicory: Una historia pintoresca” es un juego muy variado y entretenido de principio a fin. Otro buen ejemplo de que el atrevimiento del desarrollo indie puede dejarnos gratas y originales sorpresas.

Desarrollador: Greg Lobanov Guión: Greg Lobanov Música: Lena Raine

CanadáCanadá | 2021 | 17 horas | Videojuego | Aventura | Acción | Metroidvania | Vista diagonal-superior | Pantalla fija | Gráficos 2D | Indie |