Skate 3 (2010)

Skate 3 (2010)

Hubo un tiempo en el que los deportes extremos fueron una jugosa inspiración para el mundo de los videojuegos. De entre los juegos y franquicias que se sumaron a esta ola creo que el culmen lo alcanzó la saga “Tony Hawk's”. Sin competencia que se le acercase ni de lejos, la saga de Neversoft y Activision reinó indiscutiblemente en la primera mitad de la década de los 2000 con su loco y viciante skate con mando. Cuando la fórmula ya parecía completamente agotada, le surgió una inesperada competencia por parte de Electronic Arts. Black Box fue el estudio encargado de dar forma a “Skate”, franquicia que completó una trilogía en apenas 4 años, y de la que, como su nombre indica, esta es tercera entrega.

Si bien el juego se asienta en algunos pilares comunes con la franquicia de Activision (como acuerdos con marcas y skaters famosos, temas licenciados de una buena banda sonora, y el carácter canalla tan propio de la época de gloria de la MTV), lo que realmente sobresale de este juego y lo que la diferenció de la competencia, es que donde los otros eran juegos que nos permitían hacer lo que ni los profesionales pueden soñar, aquí pasa a ser un simulador de este deporte. La falta de espectacularidad de hacer cosas absolutamente imposibles se intenta compensar aquí con un inmersivo ángulo de cámara por defecto, y las sensaciones más cercanas a la realidad que puede transmitir un simulador. Para eso la clave son principalmente dos. Por un lado las físicas realistas, aunque con obvias concesiones para hacer el juego mínimamente accesible. Este es además el aspecto sobre el que se mueve el ajustable nivel de dificultad del título. Cuanto más realistas sean las físicas, más difícil será el reto.

Pero la dificultad del título no se queda en eso, y ser un simulador nos lleva a la otra clave: su control y como han implementado la realización de movimientos y trucos. En lugar de asignar un truco a cada botón, aquí la base se encuentra en el stick derecho. Cada truco es un patrón de movimiento en este stick, que a su vez puede combinarse con gatillos para realizar un catálogo de movimientos abrumador. De este modo, el juego quiere asemejar el movimiento de la tabla a lo que hacemos con ese stick, aunque esto seguro que lo aprecian realmente los que practiquen esta disciplina deportiva en el mundo real.

La cuestión es que físicas y control se combinan para que el que estuviera acostumbrado a hacer combinaciones de trucos de fantasía en otros juegos, aquí descubran la dura realidad de este deporte: hasta hacer el truco en apariencia más simple puede convertirse en todo un logro. En “Skate 3” hay que ajustarse mucho más a la hora de medir distancias y velocidades cuando encaramos los elementos de los escenarios para hacer trucos. La inercia también es mucho más importante obligándonos, por ejemplo, a agacharnos, ponernos de pie, o aprovechar la inclinación de la superficies para ganarla.

Para un jugador que, como yo, estaba acostumbrado a los “Tony Hawk's”, esto se traduce en una desalentadora curva de entrada. Hay que dejar claro que nuestro personaje ni sube de nivel ni adquiere más capacidades que permitan hacer más trucos o los facilite. En “Skate”, simple y llanamente, es el jugador del que aprende a jugar cada vez mejor. Y en ese camino creo que el juego comete varios errores. Para empezar, el título nos da la bienvenida con el imprescindible tutorial básico, para luego abrirse a un montón de pruebas. El primer error es que no hay forma de distinguir entre ellas cuales son más o menos difíciles, así que no es raro entrar en la primera de la lista y descubrir un desafío frustrante ya de primeras, porque, evidentemente, el juego no regala nada. Esto también provoca que, ya cerca de completarlo, te atrevas con una prueba que ya a esas alturas sea muy facilona. Pero el error más serio es que, escondido en esa larga lista de tareas, en medio del resto, se encuentra el tutorial avanzado, por supuesto, también imprescindible para afrontar la mayoría de las pruebas, pero muy fácil de pasar por alto en un listado tan superpoblado.

Obviando estos extraños obstáculos que pone el juego al aprendizaje, resulta sencillo adivinar que con tanta dificultad, “Skate” lo que quiere es que esa frustración del principio se traduzca en una satisfacción aún mayor cuando empecemos a completar desafíos. Algo completamente análogo a lo que ocurre con el skate en el mundo real. Una muy buena idea… aunque, al menos a mí, no me ha dado la sensación de que esto ocurra. Con el juego bastante avanzado, y ya dominándolo bastante bien, seguía sufriendo de momentos dolorosamente frustrantes en las pruebas menos predispuestas a reintentos rápidos o que agrupaban desafíos bajo un límite de tiempo. Una vez superados, la sensación era más de alivio por quitarme un peso de encima que de satisfacción por lo conseguido.

Las pruebas de “Skate 3” se encuentran en grandes escenarios que podemos explorar libremente sin límite de tiempo ni nada parecido. Aunque eso de explorarlos es algo solo opcional, porque la lista de pruebas disponibles se encuentran accesibles desde un menú de acceso rápido. Entre ellas encontramos una gran variedad, con tipos de pruebas que fueron sumándose entrega tras entrega hasta llegar a esta tercera. Tendremos torneos individuales y por equipos, desafíos de uno contra uno, retos de spots en concreto, grupos de ellos, carreras…

Me ha gustado que la mayoría son retos pequeños y directos, de reintentos rápidos, que en ocasiones se pueden completar en segundos y pasar al siguiente… evidentemente, otras veces no. El juego potencia precisamente esta facilidad para los reintentos permitiéndonos colocar puntos de sesión en el lugar que queramos, y usarlos como respawns inmediatos cuando queramos. Por contra, otras pruebas se sienten bastante injustas por sumar un componente de aleatoriedad, quizás venida de ese intento de simular el deporte real. Mencionar también, que para las pruebas de hacer muchos puntos, y una vez asimilado su control, funcionó mi técnica de “Tony Hawk's” de encadenar movimientos compulsivamente sin ton ni son.

La apuesta por el realismo se deja a un margen en las que considero unas las pruebas estrella del juego: la sala del dolor. Estas pruebas consisten en caerse con el personaje para conseguir golpearlo con ciertos elementos, subir su contador de daño, o romperle los huesos. Como los modos de choque de “Burnout 3”, después de caer podemos hacer algunos movimientos para hacernos más y más daño. Todo un sueño para los más Jackass. Ya aparte de este modo, hay que reconocer que, para cuando estemos cerca de completar el juego, tendremos acceso a los escenarios más alocados y delirantes, en los que podremos poner a prueba nuestras habilidades adquiridas pero siguiendo limitados por las mismas físicas.

Para terminar, y como gran novedad de esta tercera parte, tendremos disponible un creador de skate parks. Aquí todo amante del skate puede dar rienda suelta a su imaginación, compartir el escenario con la comunidad, o jugar al de otros. Aunque, como no soy muy fan del online no sé si estás cuestiones siguen activas. La parte negativa de estos escenarios que podemos personalizar es que el rendimiento del juego se resiente de forma severa, con un framerate recortado.

Aparte de esto, ninguna novedad verdaderamente reseñable, y esa seguramente es la clave del destino de esta franquicia. EA llegó tarde a una fiesta que ya a finales de la década de los 2000 vivía su particular resaca después del boom que se produjo en su comienzo. “Skate” le dio un nuevo impulso. Pero, al igual que la falta de ideas para una nueva entrega acabó con “Tony Hawk's”, considero que no tener nada realmente nuevo que aportar es la causa del fin de “Skate” ya en esta tercera iteración. Aún así, hay que reconocerle a a esta franquicia haberse labrado en ese tiempo, en esas 3 entregas, un nombre reconocido entre los fans más harcores de los videojuegos de skate, y convertirse finalmente en saga de culto.

Desarrollador: EA Black Box Intérpretes: Danny Way, Mark Appleyard, Ray Barbee, Joey Brezinski, Michael Burnett, Dennis Busenitz, Mike Carroll, John Cardiel, Chris Cole, Deerman of Dark Woods, Jason Dill, Dan Drebohl, Pat Duffy, Rob Dyrdek, Benny Fairfax, Ryan Gallant, Chris Haslam, Jerry Hsu, Jason Lee

CanadáCanadá | 2010 | Videojuego | Deporte | Acción | Skateboarding | Trucos y acrobacias | Mundo abierto | Vista en tercera persona trasera | Gráficos 3D | AAA |