Super Mario Land (1989)

Super Mario Land (1989)

A finales de los 80, Nintendo dominaba el mercado mundial de videoconsolas con mano de hierro y se disponía a lanzar su primera consola portátil. Como título de lanzamiento, como el vende consolas que todo sistema necesita, aunque a posteriori “Tetris” le arrebató ese privilegio, se encontraba este “Super Mario Land”, curiosamente, el primero protagonizado por Mario en el que Shigeru Miyamoto no estaba implicado. En su lugar, Gunpei Yokoi, responsable máximo de la propia consola, fue el que al frente de R&D1 produjo el título. De ahí que este sea un Mario un poco impostor. La cuestión es que en el juego encontremos muchísimos elementos impropios de los juegos del fontanero de Nintendo, como por ejemplo la princesa Daisy, las conchas explosivas, las fases de shooter, el comportamiento del ataque de fuego, etc.. La idea era hacer un juego a medida del hardware, y aunque luego fue ampliamente superado (sin ir más lejos por sus secuelas), en aquel momento parecía cosa de brujería poder jugar a un Super Mario en cualquier lugar.

Las limitaciones y particularidades no quedaban ahí. El juego hacia uso de un simple scroll horizontal que solo se movía a la derecha, como en el primer “Super Mario Bros”. Cuando moríamos reaparecíamos apenas unos pasos atrás, supongo que para no poner en dificultades a los niños de la época, los que serian principales jugadores del título. Si a eso le sumamos que este tour mundial de Mario solo nos lleva a 4 mundos de 3 fases por cada uno… el juego se hace excesivamente corto. Me han hecho falta solo 3 intentos de una media hora para completarlo, y la mayor dificultad, aparte de la poca visibilidad de la pantalla, ha sido el control. Sí, porque puede ser efectivo para el hardware pero está lejos de ser tan fino como al que Mario nos había acostumbrado ya en la NES.

Quizás este sea el mayor escollo para jugarlo hoy día, y por eso es el Super Mario de esa época que peor ha envejecido. Bueno, como ya he dicho, también es un escollo hacerlo en la pantalla de aquella Game Boy a la que acompañó en su lanzamiento. Estamos hablando de una minúscula pantalla verdosa, que traía de serie un singular efecto fantasma con el scroll y el movimiento de los sprites. Por no hablar de los malabarismos que hay que hacer para que la luz no nos moleste, y podamos al menos intuir los elementos de juego. Este hardware de Nintendo era milagroso, sin duda, pero después de sufrirlo 30 años después de su lanzamiento puedo concluir que no lo echamos de menos. En cualquier caso, he de reconocer que la nostalgia me ha superado. Ha sido encender la consola y empezar a escuchar su inolvidable banda sonora chiptune, y no parar hasta terminarlo.

Desarrollador: Nintendo R&D1 Música: Hirokazu Tanaka

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